A la Maga no le interesa la política
21:56 del 16 de noviembre de 2009 | ¿Quién escribió?: Isabel
Son las diez de la noche y está a punto de empezar el debate de la ANATEL (¡Vamos Arrate!). La Maga duerme sobre el plumón (que tiene algunos colores similares a ella) mientras tecleo en el notebook revisando un trabajo muy largo.
La Maga ayer aprendió a jugar con las pelotas blanditas de colores que le compré. Todavía no sabe retraer las garras cuando no las necesita, pero el veterinario le cortó las puntas por lo que ya no sangro como lo hacía. No obstante, a cada rato me encuentro rasguñones nuevos... la Maga es un poco ninja porque ni siento cuando tenemos rounds de cariños.
Poco a poco he ido aprendiendo de ella... es muy, muy regalona y si no la tomo en cuenta me lanza un maullido lastimero... maullido diferente al que me lanza cuando quiere que la deje tranquila. Le gusta el jamón ahumado y tomarse los jugos que dejo en el velador, en especial los de berries (o "frutos del bosque" como se llamaban antes).

La Maga despierta y se me sube al pecho... increíblemente lo pasa de lujo ahí.
¿Dónde se metió? ¿Y cómo?
0:57 del 14 de noviembre de 2009 | ¿Quién escribió?: Isabel

La Maga regaloneó gran parte del día. Desde tempranito estuvo al medio de la cama y no tomó en cuenta el cascabel que le compré el domingo, pero sí se entretuvo con la amarra de la esponja de baño. Regaloneó y me hizo masajes con el filo de sus uñas... yo se lo agradecí sangrando un poquito.
La llevamos donde el señor de bata verde agua y se portó muy bien. El pinchazo incomodó a más de alguno, pero no a ella. Estoy entrando a dudar que sea en realidad un felino, es demasiado dócil. Al volver la cepillé y quedó tiqui-taca, y gracias a su excelente comportamiento se ganó un par de bombones (de pollo, de esos Bill Jac) y se relamió los bigotes. Durmió, como es lógico, largo rato... luego nos quedamos las dos solas y se acomodó, como los días anteriores, en mi pecho, donde siguió durmiendo.
Sigo dudando de su "felinidad": sin muchos problemas pude darle las 8 gotitas que le correspondían del antiparasitario. Se metió debajo del futón y durmió.
Pronto fui a buscarla y no la encontré: las ventanas estaban abiertas, por lo que me imaginé lo peor. Desarmé todo, di vueltas el departamento y la Maga no estaba. Algo loca, bajé corriendo la escala y me fui a mirar el jardín. No estaba. Mis vecinos deben haber pensado que perdí la razón, porque estaba en pijama llamándola con mis "cuchito cuchito"...
Vuelvo al depto, sintiéndome como la mona y ahí estaba ella, encerrada en el vanitorio... vanitorio que yo NO ABRÍ, pero la manera en que se metió ahí quedará como uno de los grandes misterios.
Ahora duerme en su cama... ¡por fin!
Fue un día de grandes emociones para la Maga... y de preocupaciones para mí cuando el sol ya se había ido.
Gracias Maga por ser el gato más dulce del mundo... gracias a ti por querer compartir a esta Maga conmigo.

A propósito: el veterinario estimó su fecha de nacimiento el 10 de septiembre, exactamente un año después del cumpleaños que elegí para la Antü. ¿Señales o mera coincidencia? La Maga está perfe, ya pesa un kilo (¡mucho!)
La Maga
23:34 del 12 de noviembre de 2009 | ¿Quién escribió?: Isabel
La Maga duerme sobre mi pecho. Es una chica elegante con un delicioso pelo de varios colores, pero nada muy estridente. Usa guantes y calcetines blancos y parece que está teniendo un buen sueño, porque su cara se ve tremendamente tranquila y en paz.
La Maga duerme como si no hubiese dormido en todo el día... y sus largos bigotes blancos hacen juego con su panza.
Oh sí, señores... la Maga es una gata preciosa.